Durante muchos años, los productos de madera, sobre todo en la construcción, han tenido mala prensa, y por muy buenas razones. Antes de la llegada de las estructuras de hormigón vertido en moldes encofrados rellenos de acero, los principales materiales de construcción eran los ladrillos de terracota, la piedra y la madera, con un mortero a base de cal que lo mantenía todo unido. En las regiones montañosas de Murcia y Alicante, y en toda España en general, el campo está plagado de edificios ruinosos que han sido presa de la madera podrida o infestada de insectos. Si a esto le añadimos una indiferencia aparentemente arrogante por los cimientos y las canalizaciones húmedas, resulta sorprendente que algunos hayan durado tanto. Pero siguiendo con el elemento de madera: las vigas de madera utilizadas para los soportes del tejado y el suelo simplemente se cortaban de árboles vivos, se les daba forma (a veces no) y se colocaban en su sitio. La madera rara vez estaba curada y, desde luego, no estaba tratada contra los insectos xilófagos y la podredumbre seca/húmeda. La población local de bichos se mudó de casa, literalmente, y siguió picoteando en el interior como si nada hubiera pasado… hasta que la casa se derrumbó, claro. Afortunadamente, esos días ya pasaron. A medida que se fueron introduciendo reglamentos y nuevas normas en el sector de la construcción en España, la madera también tuvo que cumplir los mismos criterios si se quería utilizar para construir.
Hoy en día, se puede encontrar madera de buena calidad en todas las regiones semiautónomas de España, desde Cataluña hasta Andalucía. La madera está curada y tratada a presión contra las plagas y la intemperie, pero hay que tratarla después de cortarla y darle forma. Un buen carpintero profesional sellará cualquier corte y junta con conservantes y tratamientos antibichos antes del montaje. Esto es esencial para que la madera tenga una vida larga y sin problemas.
Con sede en la frontera de Alicante y Murcia, Woodworks Direct toma todas las precauciones para asegurarse de que sus estructuras de madera son de la más alta calidad y están totalmente tratadas después de cada corte y unión. También tiñen la madera con una selección de colores, lo que le confiere un nivel de protección aún mayor.
La madera es natural e increíblemente resistente sin dejar de ser flexible, lo que es una verdadera ventaja en un país donde los terremotos no son infrecuentes. Y es comparativamente ligero, por lo que maniobrar grandes vigas de madera para colocarlas en su sitio no requiere una grúa ni múltiples hernias discales. La otra ventaja es que la madera tiene un aspecto estupendo. Cuando se acomete la reforma de un inmueble antiguo, siempre es mejor utilizar el mayor número posible de materiales de construcción originales, y las vigas de madera sustituidas por otras de hormigón no quedan bien. Y, sencillamente, no es necesario cuando se dispone de madera tratada de alta calidad. Tanto si se trata de un simple cobertizo de jardín, una pérgola o un cenador como de una reforma estructural importante de una antigua granja o finca, la madera tiene que ser la primera elección, y un carpintero profesional que se encargue del trabajo va de la mano de esa elección. La madera procedente de plantaciones gestionadas y sostenibles es el camino ecológico a seguir. No pienses en el pasado, piensa en el futuro y en la madera.
